Combo: paseo costero y aventura en kayak

Informe de viaje de Sara Fernández, escritora de Algarve Fun. Sara es bióloga marina y una apasionada del mar que ha estado viviendo en el Algarve y pasó mucho tiempo trabajando en barcos de observación de delfines. Continuamente asombrada por estas magníficas criaturas, sostiene firmemente que el turismo es una poderosa herramienta para la conservación. Le encanta navegar, bucear y mostrar a nuestros visitantes la espectacular costa del Algarve.

Una ruta en kayak en el Algarve es una de las mejores maneras de explorar la costa y descubrir todos sus lugares secretos. El recorrido empieza en Ferragudo pero el barco nos lleva hacia el oeste, casi hasta el comienzo de la playa de Alvor. Ese lugar se llama João d’Arens y es increíble. También es muy recomendable visitarlo por tierra para presenciar una de las puestas de sol más espectaculares desde la cima de los acantilados.

Llegué a Ferragudo 30 minutos antes de las 16:00, hora a la que saldría el barco. Fui recibido por Raúl, nuestro guía. Cuando todo el grupo estuvo listo, caminamos con Raúl hasta el final del muelle para subir a un barco que nos llevaría hasta el Libertad, un hermoso yate Menorquin para hasta 12 personas. Chico, el patrón, nos recibió a bordo y nos explicó dónde podíamos dejar nuestras pertenencias y dónde estaba el baño. Luego puso rumbo a João d’Arens. Raúl estuvo a cargo de la información, explicando sobre la seguridad y cómo sería el tour. Luego nos dejó para acomodarnos en las colchonetas en la parte delantera del barco y disfrutar del viaje.

Navegamos durante media hora pasando por Praia da Rocha y Praia do Vau con sus impresionantes playas de arena. Mientras Chico fondeaba, Raúl distribuyó los chalecos salvavidas por tamaño y nos mostró cómo ponérnoslos. Al mismo tiempo, dio una rápida lección para principiantes en kayak. Sin embargo, esta excursión no es demasiado exigente, por lo que no teníamos que preocuparnos. Entonces, llegó el momento de saltar a los kayaks! Chico y Raúl hicieron un buen equipo en este proceso. Raúl fue el último en llegar a su kayak, con una cámara GoPro para grabar el viaje!

¡Estábamos muy emocionados! Conseguí un kayak individual aunque la mayoría de ellos eran dobles. Como había algunas parejas y una familia, yo era la única en solitario.

Luego comenzamos a hacer kayak con Raúl. El primer tramo fue súper divertido, especialmente para los más peques del grupo. El mar estaba muy tranquilo y había muchas rocas diferentes con agujeros, arcos y pasajes para atravesar. ¡Podríamos haber estado divirtiéndonos todo el día si hubiera habido tiempo!

Raúl nos dijo que tenía mucha experiencia en kayak en varios lugares, por lo que sabía cuándo estaban bien las condiciones o cuándo no deberíamos arriesgarnos en zonas con mareas u olas. ¡Pero ese día el mar estuvo espectacular! Él nos dio la explicación de cómo estos altos acantilados y las cuevas se formaron a lo largo de los siglos por procesos naturales. También señaló algunos fósiles marinos en las paredes.

Luego entramos en una hermosa cueva con una pequeña playa dentro. Como la marea era ideal, podíamos dejar los kayaks y explorar la cueva. Seguimos a Raúl a través de un estrecho túnel que terminaba en otra cueva con un algar en la parte superior. Era un lugar impresionante y la única forma de acceder es en kayak; ni desde tierra ni en barco se puede.

Despacio y con cuidado, salimos de la cueva y llegamos a la siguiente que estaba a la vuelta de la esquina. Esta cueva no tenía playa pero la sensación de calma en su interior era muy agradable. Antes de que todo el grupo pudiera entrar, algunos de nosotros salimos ya que no había suficiente espacio para todos los kayaks.

Nos reunimos de nuevo y continuamos por debajo de algunos arcos más y formaciones rocosas increíbles. Vimos cormoranes en las rocas y garzas blancas. Las gaviotas fueron los personajes principales, por supuesto. Y nuestra sorpresa: las palomas! Raúl explicó que, aunque la gente tiende a asociar las palomas con las ciudades, su hábitat natural es éste, junto a los acantilados, y anidan en pequeños agujeros hechos en las paredes. Pero posteriormente se adaptaron a un hábitat diferente, que son las áreas más urbanas, hechas por el hombre. Estuvo muy interesante.

Pasamos por un par de pequeñas playas de arena y luego rodeamos una gran roca donde el viento era más fuerte y el mar estaba un poco movido. Habíamos estado protegidos por todos los acantilados y rocas hasta ahora y ahora estábamos desprotegidos. Pero con un poco de esfuerzo pudimos rodear la gran roca y entrar en una bahía muy tranquila, con algunas cuevas para explorar también. El paisaje todo el tiempo fue simplemente impresionante. Casi al final del viaje, hicimos una parada en una playa aislada. A esa playa solo se podía acceder por el mar. Tenía un pasaje a través del acantilado que nos llevaba a una hermosa cueva al final, desde donde no se puede escuchar nada.

Raúl nos dio un tiempo para caminar, tomar el sol y nadar. El agua estaba muy clara. Finalmente, volvimos a Libertad en los kayaks, que nos estaba esperando justo en frente de esa playa. Chico nos recibió con su gesto tan entusiasta. Nos pidió que nos acomodáramos en las colchonetas mientras él y Raúl se ocupaban de los kayaks y preparaban algunas bebidas y snacks para ofrecernos en el camino de regreso.

Después de un viaje muy relajante llegamos a Ferragudo. ¡Gracias a Raúl y Chico por una gran tarde que nos muestra la magia de la costa del Algarve!